Cancelación de hipoteca

Para liquidar una hipoteca, el propietario del bien que ha sido hipotecado debe reembolsar la totalidad del importe adeudado al acreedor. Una vez que este pago se ha efectuado, el individuo que proporcionó el préstamo (el acreedor) debe acudir a una notaría para formalizar la declaración de que la deuda ha sido saldada y, en consecuencia, procede a anular la hipoteca. Este proceso de anulación también se documenta en una escritura pública. El notario emite un certificado que el propietario del inmueble debe presentar en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos, con el fin de eliminar el gravamen hipotecario sobre su propiedad.

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